Hace no muchos días, reflexionando para un artículo colaborativo de LinkedIn, no pude no relacionar la creciente complejidad de la comunicación pública en general con la del ámbito empresarial en particular. De hecho, estamos asistiendo a un profundo cambio cultural en el que la aparición de multitud de canales permite que se desarrollen, de forma mucho más efectiva, estrategias que pueden distorsionar las narrativas, crear zonas comunicacionales difusas o de confusión. Desde mi experiencia, la forma de poder ser más eficaz en la comunicación (y lograr éxitos empresariales) es seguir una lógica de diseño estratégico y, sobre todo, utilizar herramientas no convencionales para conocer y comprender a quienes siempre están al otro lado de todos esos hilos de comunicación: el ser humano, la persona.
Es por ello por lo que se erige como un pilar fundamental para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones, la necesidad de elevar nuestras estrategias de comunicación empresarial a un nivel superior, debemos explorar y aprovechar conceptos interdisciplinarios como el “habitus” y la comprensión profunda de las ciencias humanas. Esta integración promete no solo mejorar la eficacia de nuestra comunicación interna y externa, sino también fortalecer nuestras relaciones con un entorno cambiante y expuesto a estrategias en zona gris. Nuestra marca, nuestros valores, la percepción que se tiene de nosotros es demasiado valiosa y está demasiado expuesta a corrientes culturales adversas como para recurrir solo a estrategias que ya forman parte del pasado.
El concepto de “habitus” acuñado por el sociólogo Pierre Bourdieu, refiere a los patrones de pensamiento, comportamiento y gusto que se adquieren a través de las condiciones de vida y experiencias individuales. En el contexto empresarial, entender el habitus de nuestros equipos, audiencias, clientes y stakeholders puede transformar radicalmente nuestra forma de comunicar. Reconocer y adaptar nuestras estrategias a las predisposiciones culturales, sociales y personales de nuestro entorno nos permite comprender la realidad percibida (que es, desengañémonos, la realidad) crear las narrativas adecuadas y lanzar los mensajes más resonantes y efectivos.
Incorporar la comprensión de las ciencias humanas —que incluyen disciplinas como la psicología, la antropología, y la sociología— en nuestras estrategias de comunicación nos equipa con herramientas analíticas, empáticas y comprensivas para entender mejor a nuestros interlocutores, el entorno y, como decía, la realidad percibida. Este enfoque nos ayuda a identificar las motivaciones, expectativas y necesidades de nuestros empleados y clientes, permitiéndonos diseñar mensajes que hablen directamente a sus experiencias y deseos. Mensajes que incidan en el sustrato cultural, las tendencias a corto plazo y los sesgos cognitivos.
Es por ello por lo que, para diseñar estrategias efectivas en la comunicación de tu organización, se debería (de forma muy sucinta):
1. Realizar estudios periódicos que exploren el entorno cultural y social de nuestra audiencia objetivo. Esto nos ayudará a ajustar nuestro lenguaje, tono y contenido para que sea más relevante y atractivo.
2. Formar en empatía para capacitar a nuestros equipos de comunicación en habilidades empáticas y en la comprensión de la diversidad humana, fomentando un enfoque más humano y personalizado en todas nuestras interacciones.
3. Establecer mecanismos de retroalimentación que nos permitan entender cómo nuestros mensajes son recibidos y percibidos por diferentes grupos, ajustando nuestras estrategias en consecuencia.
4. Promover la colaboración entre profesionales de diferentes disciplinas dentro de la organización para enriquecer nuestras estrategias de comunicación con diversos puntos de vista y conocimientos.
El diseño estratégico de la comunicación empresarial, en una «sociedad líquida» como la actual, donde —paradojas del destino— parece que “todo lo sólido se desvanece en el aire” exige recurrir al “habitus” y a las ciencias humanas. Esto no es una simple opción, es una necesidad para las organizaciones que buscan trascender en el complejo escenario actual. La aproximación interdisciplinaria nos proporciona una base sólida para construir relaciones más profundas y significativas, crear relatos efectivos y estratégicos, tanto dentro de nuestras organizaciones como con nuestros clientes y la sociedad en general. Al adoptar este enfoque, no solo mejoramos nuestra comunicación, sino que también impulsamos nuestra capacidad para innovar y adaptarnos a un mundo en constante cambio.
José Rosiñol CEO & Co-Founder